miércoles, enero 30, 2008

La Marcha Contra el Secuestro y Contra las FARC

Yo voy a estar allí. ¿Y usted?
La Marcha Contra el Secuestro y Contra las FARC
Por Luis Antonio Salazar Caraballo
Hace apenas unos años, convocar a un pequeño grupo de personas requería la logística de un equipo especializado. Hoy, gracias a la Internet y al Facebook, un grupo de muchachos cansados del engaño de ese puñado de asesinos que se hacen llamar guerrilleros de las FARC, pero también del silencio cuasi cobarde del pueblo colombiano, decidieron invitarnos, a manera de convocatoria, a dar un paso, cien pasos, mil pasos, todos los que podamos contra ese flagelo que es el secuestro y contra esa malformación humana que nos ha tenido sumidos en el miedo desde hace cincuenta años (léase FARC-EP).
Vamos a contarle al resto de colombianos que no nos apoyan, a los que sí nos apoyan pero que no pueden estar, y al resto del mundo, que no queremos más víctimas del secuestro y la tortura, más hombres y mujeres viviendo en condiciones infrahumanas por culpa de un puñado de homicidas que hace mucho tiempo entregaron su alma al infierno y se olvidaron que también son hijos y hermanos y padres y amigos de otros colombianos. Pero sobre todo, vamos a decirnos a nosotros mismos que juntos podemos luchar, sin miedo, protegiéndonos unos a otros, por la paz. Tengo la firme convicción de que esta manifestación del 4 de febrero, en Colombia y en el mundo, será el inicio de una era, una en la que abonemos el camino para que nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos encuentren una Colombia sana, pacífica, pujante, feliz y abierta a cualquiera que decida visitarnos.
Así es que los invito a que no perdamos el foco de sus proponentes: esta es una marcha en contra de las FARC, en contra de sus secuestros y asesinatos, en contra de sus mentiras y de toda su codicia de poder y dominación a punta de infundir terror y zozobra entre nosotros. Es tiempo de hablar claro, de frente y en voz alta y profunda, una voz que alcance nuestros huesos y los huesos de todos los habitantes del planeta para que entiendan de una vez por todas que en Colombia somos más los sensatos y los pacíficos y que condenamos cualquier manifestación de violencia en contra de cualquier ser humano, nacional o extranjero, por parte de esta caterva farciana que empezaremos a desterrar de la faz de la tierra para siempre.
Algunos piden que sumemos más motivos a la marcha y que quitemos colores políticos, rangos sociales y otro tipo de intereses que con seguridad serán adjuntados a la misma. ¿Acaso el motivo original por el cual Oscar, Carlos Andrés y Rosa Cristina nos despertaron de este letargo dañino en el que nos encontrábamos, no es suficiente? ¿Acaso los cientos o miles de secuestrados en las montañas colombianas, y quienes de ellos han muerto a cargo de las balas miserables de una guerra que es contra todos nosotros, no constituyen el impulso que necesitamos los colombianos de bien para expresar nuestro sentir? Habrá más manifestaciones por este y por otros motivos, es un derecho que todos tenemos a perpetuidad. Y esta marcha no debe acabar ese mismo cuatro de febrero sino que debe repetirse, en continuo, en nuestros hogares, en las empresas, en las calles, en los eventos sociales, en las comunidades virtuales, en nuestras oraciones.
Yo ya empecé a marchar, a través de estas palabras que nacen de la necesidad de decir, de cantar, de gritar, No Más: No Más Secuestros, No Más Muertes, No Más Mentiras, No Más FARC.
Por eso, yo voy a estar allí. ¿Y usted?
Medellín, Enero 29 de 2008